Y de a pedacitos nos vamos rearmando. Esperando que la imagen que resulte, después de buscar tantas piezas, valga la pena. Y por primera vez, no busco armar primero el marco, juntando todos los bordes, sino que vamos haciendo el esfuerzo desordenadamente, pero de a dos, siempre de a dos.
A partir de cierta altura una pierde la manía de empezar por los marcos y se conforma con ir juntando piezas, si es de a dos ¡¡¡mucho mejor!!!
ResponderEliminarde a dos es el mundo!
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