Después de este fin de semana, el título se impone.
Porque cuando estaba por nacer Clara, Mati nos explicó que era obvio, la única diferencia entre él, uruguayo, y su hermana que nacería en Buenos Aires, iba a ser, en definitiva, que mientras él decía cocoa, ella pediría una chocolatada.
Y cocoa también quiere decir lío, problemas...cuando dos o más se calientan y se arma la gorda.
Parece que para mis hermanos estos días, las chocos de mis hijos son un tema. Pero ese es otro cantar.
Así que acá va. Nuevo país, nuevo blog.