Resulta que cuando fui al psic me recetó un ansiolítico, me dijo que tenía que dormir bien, que eso era parte de sentirme bien y que cuando em acostara, pastillita abajo de la lengua y listo.
Yo no me decidía, vengo re bien en los últimos tiempos, contenta, en paz y con equilibrio y lo único que me aquejaba era este temita de despertarme a las cuatro de la mañana, pasar un par de horitas despierta y con un poco de suerte conciliar el sueño nuevamente y dormir un poquito más. Las vacaciones de invierno ayudaron a sacarle dramatismo a esto, porque total, en vez de una horita, me podia mandar dos o tres y levantarme a las nueve seguía siendo decente.
Ayer decidí seguir el cosnejo del señor. Hoy debía amanecer a las 7, levantar a mati, llevarlo, volver, levantar a clara y llevarla.
Todo eso lo hice dando tumbos, golpeandome como en las peores borracheras teen contra las paredes. Y volvi, me meti en la cama y no resucité hasta las doce, cuando marido me dijo que él iba a buscar a los chicos, entre risas por mi estado.
Después de comer, me senté en el sillón y acabo de resucitar nuevamente.
La conclusión: me prefiero ansiosa. Ansiosas pero yo al fin.
despues, porque la concha de la lora de blogger no me deja comentar en mi propio blog:
maga, divino el gorro! ya pongo agujas a la obra!
separada, debe ser eso...yo me clave entero un mg. lo voy a matar al doc!!