miércoles, 2 de marzo de 2011

Emprendiendo

Cuando empecé El Almacen, la cuñada de mi amiga y socia nos dijo: van a ver que se van a sorprender mucho, para bien y para mal. De gente que ni se imaginan van a tener un apoyo imponente, ayuda así porque sí. Y de gente que sí esperan incondicionalidad no van a tener nada, pero nada de nada. Y tal cual.

Hoy tuve de lo primero, por suerte. De lo otro ya aprendí. No esperar nada de nadie. No asumir.

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