sábado, 9 de septiembre de 2023

Volver, sin tener ni idea cómo está la frente, pero seguro no marchita

Si algo me pasó, es que sé que no tengo idea. La década de los cuarenta, ya casi por terminarla desde mis 47, fue sin duda la más consciente de su turbulencia intrínseca. 

Estos últimos dos años han sido refundacionales. Literalmente tiré mi vida abajo para recimentarla desde un volverme a conocer, re estructurar. 

De ser una pareja, pasé a ser sola. De familia de cuatro, a familia de tres. Volver a las citas, a encontrarme conmigo, a estudiar, a descubrir mucho sobre mí. Mis sombras, mis luces, mi poder, mi debilidad. 

Llegué a un diagnóstico que me explicó muchas cosas, que me permite trabajar otras desde una nueva perspectiva y que me dio alivio. No era sola ni rara. o sí era rara, pero no sola. 

En este último año mi vida cambió. dejé un marido, dejé amigos inherentes a esa pareja y familia que ya no somos. Pero sumé. sumé mucho. Y neteando, el saldo es recontra positivo. No sé como será el símbolo de diverso para un N enorme, pero debe ser un símbolo hermoso. 

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