martes, 14 de noviembre de 2023

El amor

Flor nos tiró la consigna de escribir sobre el amor y claro, una piensa, no debe haber tema sobre el que se haya escrito más y qué voy a tener yo, desde mi ser hormiguita, para decir

Pero sí, tengo, porque siento.

No sé aun si sentir es un don o una maldición. Probablemente ambas. Dicen por ahí desde el psicoanálisis que amar es sufrir y que no amar es enfermar y morir y algo de eso hay. Estamos como condenadas: te lanzás a amar y sabés que inherente a esto en algun momento la vas a pasar mal, muy mal. Probablemente llegando al pozo más profundo de miseria, ahí donde todo es frío, oscuro y triste, muy triste. 

Pero no amar es tan aburrido, lleva a una vida como tonta, un sinsentido productivista de levantarse, vestirse, ir a trabajar, almorzar, esperar que llegue la hora de ir a casa, volver y la nada, la nada misma. Con suerte un gato. Pero claro, hay gente que no se anima a amar ni a un gato, así que nada. Nada de nada

Tal vez es por esta dicotomía sufriente que es tan pero tan lindo enamorarse. El calor en el pecho, la cara de boba, la ilusión y las proyecciones. El solcito en la cara, la sensación de flotar livianita y de ir por la vida un poquito queriendo a todo el mundo. Al mundo. Que tan atrevido se pone de colores brillantes, con música de fondo y olor a jazmines. 

Cuando alguien me lastima o decide no quererme, o me lastima porque decide no quererme, también me enoja. Porque  raspa esa capita de optimismo que me hizo olvidar lo arduo que podía ser y me vuelve más dura, desconfiada y alerta. Ya no quiero sufrir, no llorar ni lamentar, ni sentir pena por mi misma, hacerme un bollito y llamar a mamá. 

Hasta que se atraviesa alguien y sucede, otra vez.



 

lunes, 9 de octubre de 2023

Escribo porque sí, no jodan!

 Lo que te pasa con los años, o por lo menos me pasó a mí, es que introspectas, sentis, dilucidas, pero entendés que poco puede importarle al resto de la humanidad lo que tengas para decir. 

Tal vez creo eso hoy, bajoneada por las hormonas menstruales, que si bien deben estar menguando pues 47, igual andan intensas y medio alocadas. 

Si miro todo lo que tuiteo y esto de volver por acá parecería lo contrario, que creo que tengo verdades reveladas (en general emergentes de esas largas pedaleadas toda ida por la interbalnearia). 

Hoy, sensible y más centrada y para adentro, vengo a escribir y pienso a quien carajos le importará algo que yo tenga para decir.

La respuesta es obvia. Probablemente a nadie. 

O sí, porque tantas veces reconocernos en los entreveros ajenos nos da un poco de consuelo, de sentirnos no tan solas en nuestros laberintos

Por eso comparto. Porque muchas veces me sirvió lo compartido ajeno. Las redes nos permiten charlas de mujeres con algunas que están distantes geográficamente, pero que compartimos idioma, cultura, dilemas, dudas. 

Hace poco le decía a una amiga: cómo no vamos a estar todas así, con esa sensación de ni idea, si nos rompieron todo el marco teórico? los mandatos que recibimos los hemos ido deconstruyendo y ahora nos queda toda esa incertidumbre junta, un despiste monumental y la certeza de que ya nada es cierto. Lo único que aprendí es que realmente no sé nada. (Perdón Sócrates y gracias por tanto) Y lo que es peor; que seguiré si saber nada de acá en más, permanentemente interpelada e incoherente, siempre en duda. Creciendo, bah





miércoles, 27 de septiembre de 2023

Pisteando

Venia bien, muy bien

Pero me resfrié, me siento cansada y rara y medio de bajón

Cada vez que me enfermo me pasa, muy especialmente con esas dolencias poco claras, que no tienen un diagnostico cierto. 

Me interpela ese limbo de no me siento plena pero tampoco sé qué tengo, si tengo algo o si es bajó o andá a saber qué.

Haber estado casada con alguien con aversión a las enfermedades, de él y mías, no ayuda. Hubo siempre esa sensación de sentirme cuestionada por flojita, que es algo que padecí con este señor que me acompaño desde mis 20 añitos. 

Hoy, estando así, me pesó estar a cargo. Claro que tengo ayuda. Y que el padre de las criaturas está si lo pedimos. Pero el peso de todo ya no es compartido, ya implica pedir y no que se comparta per sé. Y eso acumula cansancio

Acabo de activar y decidir encarar terapia. Vengo evadiendo eso porque lo económica está interpeladísimo. Pero se impone. Pensar con alguien aclara, ordena, ayuda  a generar lo económico también. Así que vapaí. 

Bueno, eso. Resumiendo, deberiamos venir con un chip que diga si estamos enfermas o no, qué es, tratamiento recomendado y pausa obligada. Porque en esto de no querer asumir, el año pasado terminé bancando una mononucleosis de dos meses casi sin chistar y pensando que era depresión. Y así no vale

  


miércoles, 13 de septiembre de 2023

Girls just wanna have fun!

Debería empezar un diario de citas. O por lo menos registrar qué cosas me llaman la atención. Porque esto de vincularse trae el encuentro de mundos, educaciones, ambientes, cuerpos y experiencias tan dispares que es digno de tertuliar, pero claro, el pudor, el respeto y la discreción juegan del lado de la censura y ahí quedan estos temas agazapados, esperando en gatera algun comentario tímido de una amiga de esos que te dejan abrir los ojos y decir algo como nooooo, a vos también?

Salir de una relación muy larga y en mi caso con tan poquita experiencia anterior es todo un desafío y también supuso inseguridades, dudas y mucha risa de mi parte, porque la absurdidad propia es fuente permanente de risa, ya sabemos. Algunos papelones, sorpresas gratas (el temita menstruación les importa mucho menos de lo que pensamos, chicas) y otras bien nutritivas para una persona curiosa tan atenta a las diversidades ajenas. Vas aprendiendo del otro y de vos. Mucho de vos. Y acomodando el cuerpo y las expectativas. 

He pensado mucho en cómo cambió para nosotras todo, no solo el paradigma desde el que nos paramos, habiendo pasado de la Bella Durmiente Cenicienta cuento príncipe Azul a mujeres plenas y autosuficientes, sino también la manera de conocerlos y relacionarnos. De esperar tres días al lado del teléfono rezando bajito que no atendiera tu papá a dormir con el celular al lado para estar atenta a si escribe, muchas veces un alguien que ni siquiera conocemos personalmente aún. 

Tengo amigas que se armaron planilla de excel para manejar a esos escribientes, otras que nunca usaron Tinder, las que tienen mil primeras citas y no repiten, las que van de una a la casa, las que ni loca voy de una a la casa, las que se entangan, las que en la primera solo café y veo, las que ponen foto, las que no ponen, pero todas, toditas todas buscan a alguien con quien compartir: cuerpo, charla y risas. Eso


sábado, 9 de septiembre de 2023

Volver, sin tener ni idea cómo está la frente, pero seguro no marchita

Si algo me pasó, es que sé que no tengo idea. La década de los cuarenta, ya casi por terminarla desde mis 47, fue sin duda la más consciente de su turbulencia intrínseca. 

Estos últimos dos años han sido refundacionales. Literalmente tiré mi vida abajo para recimentarla desde un volverme a conocer, re estructurar. 

De ser una pareja, pasé a ser sola. De familia de cuatro, a familia de tres. Volver a las citas, a encontrarme conmigo, a estudiar, a descubrir mucho sobre mí. Mis sombras, mis luces, mi poder, mi debilidad. 

Llegué a un diagnóstico que me explicó muchas cosas, que me permite trabajar otras desde una nueva perspectiva y que me dio alivio. No era sola ni rara. o sí era rara, pero no sola. 

En este último año mi vida cambió. dejé un marido, dejé amigos inherentes a esa pareja y familia que ya no somos. Pero sumé. sumé mucho. Y neteando, el saldo es recontra positivo. No sé como será el símbolo de diverso para un N enorme, pero debe ser un símbolo hermoso. 

domingo, 19 de diciembre de 2021

La playa

Voy a la playa y la magia sucede. Me energizo con esa sensación de ganas de hacer cosas lindas. Vida Pinterest. 

También me lleno de energía amorosa. En la playa la vida me parece más luminosa y sencilla, comprendo mejor a los que no entendía o me enojaban, dejo ir broncas y rencores. No conscientemente, sino es como que el vientito se lleva lo feo y el sol me llena de luz calentita, linda. 

Me pregunto cómo sería yo si fuera a la playa todo el año con este clima, si viviera en un eterno verano. Perdería esa magia o sería más buena y plena?

Es el contraste con el invierno que tanto me cuesta, porque me apaga y oscurece, lo que hace el milagro?


miércoles, 5 de agosto de 2020

La espera

Acá estamos con Clarita, esperando que la vengan a buscar para ir al liceo, cada una en lo suyo pero conversando con frases sueltas y respuestas demoradas.
Este año pintó así, de ritmo raro, atemporal. No sabemos bien si es agosto o marzo, si hay clases o aún no arrancan, si esta es la forma de vida que queremos o es un espanto.
Todos los ciclos a los que fuimos adiestrados año tras año marcados por el colegio, la facultad, la tierra y sus paseos alrededor del sol, fueron trastocados y me tienen mareada en una calesita que no sabés si te divierte o te va a hacer vomitar. O un poco ambas cosas.